Puerto La Cruz.- No existe ningún título de Caribes de Anzoátegui en la cabeza de Niuman Romero que no tenga a Alexi Amarista. Y viceversa. Ellos han estado allí en las cinco finales que ha jugado el equipo en los últimos cinco años. Han perdido y han ganado, sobre todo lo segundo.

Ellos, al igual que el lanzador Jean Toledo, tienen tres anillos de campeones con colores de la Tribu, pero a diferencia del lanzador, han jugado en cada una de las instancias decisivas en las que han llegado esos gallardetes. Por eso, cuando pase el tiempo y se comience a escribir un memorial de la era de dominio de los aborígenes, no se puede separar a Romero de Amarista, a Amarista de Romero.

“Para nosotros es algo muy bonito, tanto como personas como profesionales. Se siente bien estar escribiendo algunas de las páginas más bonitas en la historia de Caribes, ser parte de una gran generación que se ha podido juntar”, dice Romero, portador del penacho de líder en el equipo. “Nos conocemos desde pequeños. Es bueno que los dos seamos del mismo lugar, del mismo barrio, y estemos representando a una ciudad entera. Es muy bonito”.

No hay ningún sentido metafórico en la frase: Romero y Amarista juegan en casa en el Alfonso “Chico” Carrasquel”. De verdad, no hay nada más que realidad en esas palabras. Los dos son de Tronconal, un sector de Barcelona que está a menos de media hora del hogar de Caribes. “Yo soy de Tronconal 5”, apunta Amarista. “Niuman es de Tronconal 3, nos separa una calle”.

Los aires de Barcelona se respiraron en el equipo de Anzoátegui de la desaparecida Liga Paralela. Estuvieron allí, creciendo juntos como peloteros. Romero cuatro años mayor que Amarista, con más envergadura física, pero con el mismo origen y destino: finales con Caribes.

“Creo que lo que más admiro de Alexi es la perseverancia. Como a cualquiera de nosotros, él ha tenido que superar muchas cosas malas”, comenta Romero. “Sobre todo al principio de su carrera, cuando lo rechazaron al firmar. Él siguió enfocado en lo que quería y cuando llegó la oportunidad la aprovechó”.

“Niuman es un jugador que da todo por el equipo”, también señala Amarista. “Una persona que ha demostrado lo que puede hacer. Para mí es uno de los mejores tercera bases de la liga. Es muy inteligente jugando la pelota”.

Ambos coincidieron por primera vez en el equipo grande en la temporada 2006-2007. Fue muy breve, pues Amarista –con 17 años- solo jugó un encuentro. La consolidación en la liga llegó para los dos en la campaña 2009-2010. Luego de allí siempre estuvieron en el tope y poco después: la primera final juntos, y la primera gran celebración. Anzoátegui le ganó en siete juegos a Tigres de Aragua, con el manager Julio Franco a la cabeza.

“Para mí ese ha sido el campeonato más especial. No se me puede olvidar. Fue el primero. El equipo tenía como 20 años y no había ganado”, dice Amarista. “Luego vinieron muchas cosas como la tragedia de mi padre. Para mí ese campeonato fue especial”.

¿Qué dice Niuman sobre ese título, el primero de tres para Caribes?

“Ese campeonato fue, como quien dice, de punta a punta. Algo único porque desde el principio hasta el fin el equipo estuvo bien engranado, todas las cosas salieron bien”, recuerda. “Creo que todos han tenido su punto mágico”.

El segundo título vino después de lágrimas y situaciones difíciles. Caribes cayó en cinco juegos con Navegantes del Magallanes en la final de la zafra 2013-2014. Casi fue barrido, pero Eduardo Escobar salvó a la Tribu con un jonrón para dejar en el terreno a los turcos en el cuarto encuentro. El piloto Alfredo Pedrique no pudo. “De las derrotas y triunfos hay que aprender. Después de eso nunca nos dimos por vencidos”, manifiesta Romero. “Nos recuperamos, seguimos luchando y al año siguiente fuimos campeones”.

La venganza de Anzoátegui fue tan perfecta, tan redonda, que la final de la 2014-2015 se la ganó a la Nave también en cinco compromisos. “Ese equipo del Magallanes estaba blindado”, trata de rememorar Amarista. “Fue una final bastante apretada”.

Ese título, que fue celebrado en el diamante del José Bernardo Pérez de Valencia, ha sido una de las experiencias más dulces de Romero: “Siempre será especial porque fue mi primera temporada como capitán. El reto era grande. Fue un sueño hecho realidad”.

El tercer y último título (por ahora) fue en un contexto muy parecido a la actual final de la LVBP. Caribes se midió contra Cardenales de Lara, comenzando la serie en Barquisimeto. Anzoátegui se impuso en seis juegos, y tres anillos cayeron sobre los dedos de Amarista y Romero.

“Ese campeonato contra Lara, y ganarle en casa, es para recordar”, expresa Alexi. “Recuerdo que me preguntaron: ‘¿Tú crees que haya séptimo juego?’. Yo les dije que no, y no hubo. Así sucedieron las cosas”.

Niuman Romero, Capitán de la Tribu, atesora una gran amistad desde niño con Amarista

La amistad y la “junta” de Romero y Amarista no sólo se han percibido en el campo, en buenos y malos ratos, está registrada numéricamente. Los dos son los peloteros activos con más hits con el uniforme de Caribes: 550 para Niuman, 468 para Alexi. Son primero y segundo en imparables conectados en postemporadas para el equipo: 171 Amarista, 157 Romero. Uno y dos en juegos disputados en playoffs: 152 Amarista, 140 Romero. También en carreras anotadas: 92 Amarista, 89 Romero. Y bases robadas: 15 Romero, 14 Amarista. Lo son en almohadillas alcanzadas: 251 Amarista, 202 Romero.

Incluso sus promedios son similares. Amarista tiene línea ofensiva en postemporadas de .295/.355/.433. Romero posee .298/.395/.384. Y nunca han usado una camiseta distinta a la de Anzoátegui.

“No me acordaba de eso… Ni sabía de eso”, expresa Amarista. “Estoy contento por estar entre los mejores jugadores de los playoffs”.

“Esta relación es excelente”, dice Romero. “Ojalá tengamos más años aquí, dándole alegrías a Caribes y también a Venezuela, por qué no a todo el país si nos podemos unir con el deporte”.