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Grabiel Salazar protagonizó un debut insospechado

10/11/2019

Grabiel Salazar Fotos: Prensa Bravos de Margarita

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Hace unas tres semanas, Grabiel Salazar solo soñaba con la posibilidad de firmar para jugar beisbol profesional. Días después se convirtió en el héroe del primer triunfo de Bravos de Margarita, en la temporada 2019-2020, en medio de circunstancias inimaginables.

Salazar, de 18 años de edad, debutó en la LVBP como emergente contra el estelar cerrador de Cardenales de Lara, Pedro Rodríguez, que suma más de 240 innings en su exitosa carrera, y el recluta respondió conectando un roletazo imparable por el medio del campo, que impulsó dos carreras, con dos outs en el noveno inning. Fue el inicio de un rally de tres anotaciones que volteó la pizarra y le dio el triunfo a los insulares 4-3, el miércoles por la noche en Barquisimeto.

“La verdad es que estaba súper contento, todos los amigos del equipo me apoyaron y felicitaron por ese debut”, sonrió Salazar, originario de Margarita, en el dugout izquierdo del Estadio Universitario. “Estaba un poco nervioso porque me estaba enfrentando a un gran relevista, pero concentré en lo mío y pude hacer contacto. Le abaniqué la primera slider que me tiró, pero después le hice contacto cuando repitió el pitcheo y conecté el hit”.

El recluta jamás había jugado de noche y no conocía Barquisimeto.

“Estaba debutando completamente”, vuelve a sonreír. “Pero (el piloto Núñez) me había estado diciendo desde el sexto inning que me pusiera ready porque iba a tomar un turno y llegó el momento”.

Para hacer mucho más particular su estreno en el circuito, Salazar, un bateador derecho, tomó el lugar de Johny Celis, un paleador zurdo, de mayor experiencia.

“Aquí nadie puede tener miedo escénico. Cuando establecí el roster les dije que los iba a usar a todos, en cualquier situación. Para eso están allí”, destacó el manager Alex Núñez, que también debuta en sus labores.

Salazar se ganó un lugar en la nómina durante los entrenamientos previos al inicio de la campaña. Tras ser chequeado por los técnicos del equipo, convenció y recibió un contrato.

“Formo parte de una academia en Margarita, que queda en Antolín del Campo, y durante las prácticas me hicieron una invitación. Me llevaron mis entrenadores Omar Álvarez y Jhoan Hidalgo”, contó el bisoño jardinero. “Me esforcé para causar una buena impresión y logré hacer el equipo”.

Salazar aspira a quedarse toda la temporada con Margarita y responder a la confianza de Núñez y la gerencia.

“Sólo tengo que ser consistente y hacer el trabajo como me lo indiquen. El manager nos ha dicho que tengamos fe en nosotros mismos. Eso es lo que hemos escuchado desde la pretemporada”, señaló el joven, que vive en las afueras de Porlamar, cerca del Aeropuerto Internacional del Caribe, General en Jefe Santiago Mariño.

Salazar se declara admirador de Giancarlo Stanton, el slugger de los Yanquis de Nueva, pero se describe a sí mismo como un bateador de líneas, con buena defensa en el outfield.

“Tengo buen contacto, velocidad de piernas y puedo jugar en los tres jardines”, afirmó. “Todavía estoy aprendiendo, por eso siempre sigo los consejos que me dan Frank Díaz y (Daniel) Mayora. Siempre están allí para hablar y apoyar”.

Núñez, que reitera que vive en el ahora, sin mirar al pasado ni tratar de hacer proyecciones en el futuro, no quiso dar pistas sobre si mantendrá al novato en el roster activo para la segunda semana del campeonato.

“Este es el equipo. Nadie tiene un puesto asegurado. Sólo tienen que salir a hacer su trabajo”, enfatizó el capataz.

Salazar mira hacia el horizonte y vuelve a sonreír. Quiere jugar en Stadium Nueva Esparta y ver las luces de las torres desde el terreno, no en las tribunas, como lo hizo de aficionado, antes de estampar su rúbrica en un contrato con el logo de Bravos.

“Jugué en Guatamare en las prácticas y espero que el martes (cuando Bravos se estrena en casa) pueda verme mi familia, ya uniformado. Hicieron una fiesta cuando escucharon mi nombre y me vieron por televisión dar el hit. Me escribieron, me llamaron. Todos están muy contentos. Ahora los veré en Margarita”.

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